lunes, 30 de enero de 2012

Las horas crepusculares

Si has llegado hasta aquí porque eres fan del actor Robert Pattinson, lo siento, ya que no me refiero a la duración de la conocida saga cinematográfica, si no a cuando el sol está saliendo o se está poniendo.
Si la meteorología y nuestra disponibilidad lo permite, es algo que podemos disfrutar contemplándolo todos los días.
Es un momento para mí mágico, y posiblemente uno de los más inmortalizados fotográficamente. Yo mismo no he podido resistir tomar una instantánea de uno de esos momentos en todos aquellos lugares en los que he tenido el privilegio de estar y observar una salida, o casi siempre, puesta de sol. Y al final de este post va una buena muestra de ellas.
Por un momento coinciden y se intercambian sus papeles el día y la noche, la luz y la oscuridad, el sol y la luna, el descanso y el trabajo, el Dr. Jekyll y Mr. Hide, el yin y el yang, y metafóricamente la vida y la muerte. Porque cada día llega a su fin, pero siempre llega un nuevo día.
Por unos instantes nos quedamos hipnotizados observando el cielo como adquiere colores diferentes a los habituales, pasando a ser anaranjados, rojizos, morados o una mezcla de todos ellos, y de forma tan rápida y progresiva como imperceptible llega, según sea el caso, la noche o el día.
Mientras observamos la puesta de sol puede ser un buen momento para hacer balance del día, o por que no de la semana, del mes, del trimestre, del año o incluso de toda nuestra vida hasta ese momento.
Nos asaltan preguntas existenciales que nos permiten reflexionar y valorar realmente qué es lo importante en nuestra vida, y por que deberíamos sentirnos afortunados y felices en la mayoría de los casos.
Parece bastante demostrado que en las horas crepusculares es cuando más actividad del reino animal se produce, tanto a nivel predador, como de alimentación, etc. y siempre se dice que la naturaleza es muy sabia, así que por algo será.
A no ser que tengas la suerte de estar viviendo en la Estación Espacial Internacional, y puedas verlo hasta 18 veces al día !!, yo voy a intentar seguir disfrutando de este evento una o dos veces al día mientras pueda. ¿Y tú? 

Menorca

Costa Rica (Corcovado)

Yemen (Mar Rojo)

Yemen (Desierto)

Egipto (El Nilo)

India (Rajastán)

India (Rajastán)

India (Khajrela)

Tanzania (Lago Victoria)

Tanzania (Lago Victoria)

Tanzania (Lago Victoria)

Tanzania

Tanzania

Badalona (Bufalà)

Rusia (San Petersburgo)

Pirineu Català (Ulldeter)

Galicia - Playa de Soesto (A Corunya)

Galicia - Playa de Soesto (A Corunya)

domingo, 8 de enero de 2012

¿Especializarse = encasillarse?

Hubo un tiempo en que decir que tenías un perfil profesional generalista era algo positivo o sencillamente pasaba desapercibido, como por ejemplo decir que estabas orientado a objetivos (¿alguien ha visto poner lo contrario alguna vez?)


Hoy en día, parece que utilizar la palabra generalista es equivalente a un suicidio profesional, alguien que no ha sido capaz de escoger en su vida.
Y me estoy refiriendo por ejemplo que decir que te dedicas a la informática o al marketing es ahora ser generalista.
Especializarse significaría por ejemplo decir que eres ingeniero de sistemas de comunicaciones unificadas para empresas multinacionales, o asesor de marketing online y social media para empresas de gran consumo.



Cada vez es mayor la tendencia (o no) en recursos humanos hacia el personal branding, la especialización, diferenciación, etc.

Ahora las personas debemos hacer marketing personal, igual que las empresas: segmentar, posicionarse y con ello renunciar.
Y si te has equivocado de especialización, lo pagarás, porque probablemente ya te habrás encasillado y costará quitarte esa etiqueta que tanto trabajo te ha costado ganarte, además de las muchas oportunidades y alternativas que habrás desperdiciado mientras.


Como siempre, en mi opinión, nada es blanco ni negro, sino de un tono gris entre una amplia gama. (Aunque habrá quien se empeñe en que te decidas por el blanco nuclear o el negro azabache)


Ni se puede saber de todo, ni es necesario, en la mayoría de los casos, llegar a ciertos niveles de especialización y diferenciación.
Hay una gran horquilla entre los extremos de dejar nuestro futuro profesional a manos del azar, y definirlo de forma totalmente anticipada, detallada y estricta.
La flexibilidad y adaptabilidad son en mi opinión de las virtudes más importantes a nivel profesional, y veo difícil su compatibilidad con la especialización extrema.


Y aquí enlazo con otro tema que creo está relacionado: ¿Por qué no valorar el potencial profesional de una persona olvidándose de su experiencia?


Según me explicó una vez una experta en recursos humanos, en otro países como por ejemplo EE.UU. esto es bastante habitual, al contrario que por ejemplo en España, donde tu experiencia y resultados es lo único que puedes acreditar como habilidades futuras.


Un amigo me dijo hace tiempo que tenemos que rentabilizar lo que ya sabemos hacer, y estoy de acuerdo, pero por otro lado, ¿cuántas oportunidades nos estaremos perdiendo por no intentar algo diferente?


Yo no me quiero encasillar ¿Y tú?